Hace tiempo que sabemos que la pandemia de coronavirus tendría un impacto dramático en la salud mental de los profesionales sanitarios y de la población en general. Pero el número de personas afectadas es impresionante.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 41% de los estadounidenses declararon sufrir al menos un trastorno mental o conductual asociado a Covid-19. En comparación con los demás grupos laborales encuestados por los CDC, los trabajadores de servicios básicos presentan las tasas más elevadas de resultados adversos para la salud mental. Más del 38% de los trabajadores esenciales declararon padecer un trastorno relacionado con el trauma y el estrés COVID-19. Comparativamente, alrededor del 25% de los trabajadores no esenciales declararon lo mismo.
Los trabajadores sanitarios de primera línea corren un riesgo especial. La prevalencia del trastorno de estrés postraumático (TEPT) relacionado con Covid-19 puede alcanzar el 35% entre este colectivo, siendo las enfermeras y las personas que han experimentado los síntomas de la enfermedad las que presentan un mayor riesgo, según una revisión de numerosos estudios.
PULSE AQUÍ para leer el artículo completo